23/12/2020 | INSTITUCIONAL | 728 Lecturas
Culmina el año y sin Asamblea
El “León” tuvo un año convulsionado en el cual no pudo avanzar en lo institucional y termina sumergido en un conflicto judicial. Villa Cubas cerrará un año marcado de contradicciones, de las cuales no pudo salir y se quedó sin hacer su Asamblea.
Para entender el proceso que tuvo el Sportivo Villa Cubas en el presente año, hay que retroceder un poco. Precisamente en el 2018, a dos años de haber asumido como presidente Antonio Russo, llegó a una separación de su cargo por las diferencias que tuvo con el resto de la Comisión, de la cual, la mayoría había renunciado y algunos regresaron para remover al electo mandatario.
Desde allí, hubo idas y vueltas con denuncias cruzadas y el club se fue moviendo a base de sacrificio de algunos y de intereses de otros, acumulando en el medio deudas y magros resultados deportivos.
Este panorama se suponía que iba a cambiar en el primer trimestre del año, cuando la fracción “Unidos por Villa Cubas” con Javier Galán como candidato a presidente, empezó su rol en la institución, dejando la sensación de que era el único que se haría cargo del club, con la venia de Jorge Leguizamón, quien por entonces estaba al mando de la presidencia.
El inicio de la pandemia frenó un poco el impulso que tenía este movimiento y por fines del mes de mayo, hubo un rebrote con más interesados, Malvina Orellana y Paulo Galíndez se subieron a la contienda, la cual duró un par de meses, ya que las condiciones que se fueron acumulando entre los aspirantes a presidentes, hicieron que Galíndez desista y que Orellana incorpore a Hugo Navarro.
Esta movida cambió el rumbo del proceso electoral, ya que Navarro marcó la cancha con sus intereses y eso enfrentó un mano a mano con Galán, quien vio a un contrincante con armas no muy claras.
Retorno sin gloria
Pasó el aniversario del club en agosto, el cual indicaba que en septiembre se resolvería la cuestión para los socios, los que estaban, los que llegaban y los que se sumarían, debido a la convocatoria para asociarse, resultado que mostró el caudal de gente que puede incorporarse al club y que desnudó otro conflicto interno.
Septiembre no fue lo esperado, ya que Personería Jurídica le abrió el juego a Russo al restituirlo en su cargo, por inacción de las presentaciones que nunca se cumplieron por parte de la dirigencia.
Russo trajo consigo viejos recuerdos y eso desbarató lo que se había hecho hasta el momento, a pesar de que su obligación era llamar a Asamblea en noventa días. Hubo acuerdos borrados y nuevas condiciones y, como si fuera poco, reapareció un tercer grupo, esta vez con Lucas Medina, quien era uno de los colaboradores de la gestión de interinato de Leguizamón.
Pero el juego estuvo centrado en Galán-Navarro, que con argumentos dispares y a tan solo un día de que se lleve a cabo la Asamblea del 28 de noviembre, el juzgado de Familia a cargo de la jueza Romero, dijo que el amparo que presentó la lista de Galán por irregularidades en el cargo del libro de socios, impedía el acto eleccionario.
Hasta la fecha no hubo resolución y con pocos días hábiles para ordenar la Asamblea, se supone que el año se fue y que en la “república del Altiplano”, el nuevo presidente se conocerá en el 2021, con mucha suerte.
Gentileza: Eduardo “Pipo” Chacón